Parecía mentira; tantos meses con Javi hablando del Big Texan y ya nos íbamos de allí. El siguiente punto de la ruta, estaba a sólo unos minutos de donde nos encontrábamos, sólo teníamos que seguir en línea recta la I40 hacia el oeste. Nada más salir de Amarillo, paramos a visitar el Cadillac Ranch.
Cadillac Ranch (1974), está considerada como una de las obras más célebres de la historia del arte del siglo XX. Los miembros de Ant Farm enterraron parcialmente el morro de diez coches Cadillac, alineados en un campo de trigo, propiedad de un magnate del Helio, cerca de la mítica carretera 66.
En agosto de 1997, Cadillac Ranch fue trasladado 2 millas al oeste con el fin de escapar del crecimiento de la ciudad de Amarillo.
Estos Cadillacs, símbolos del status social en la cultura norteamericana de la post guerra, así alineados y con el morro hundido en el suelo, representaban su decadencia y el declive del Sueño Americano.
Una imagen de esta obra fué utilizada para la publicidad de la canción "Cadillac Ranch", de Bruce Springsteen.
Más actual, es la utilización de la imagen de Cadillac Ranch para crear las montañas que rodeaban Radiador Springs, el pueblo de Cars, la película de Disney Píxar, basada en la Ruta 66 e inspirada por muchos de los lugares por los que íbamos a pasar.
Cuando llegamos, había un grupo de unos 3 o 4 chicos visitando los cadillacs. Vimos que para entrar, tendríamos que pasar por una zona llena de barro, así que, mientras nos poníamos nuestras botas nuevas Carolina, compradas el día anterior en Denver, dimos tiempo suficiente para que los visitantes se marcharan y pudimos disfrutar del momento para nosotros solos. La verdad es que nos pusimos hasta arriba de barro!! Buena manera de estrenar unas botas, con el barro de un rancho de Texas!!
No hay que pagar entrada de ningún tipo, el rancho está abierto para que el público entre e interactúe con los cadillacs, dejando su huella en ellos. En la gasolinera más próxima, a unos 500m., se pueden comprar los sprays para pintar en los cadillacs.
Lo que nos pareció fatal es ver cómo hay gente guarra en todas partes, ya que, una cosa es pintar en los cadillacs, que se pusieron ahí para eso y, otra muy diferente, no respetar el entorno y dejar todo lleno de botes vacíos y basura. Una pena, la verdad.
Os dejo unas cuantas fotos de nuestra visita:
5 de septiembre de 2010
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